Nina

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Nina, la componente del grupo The Cardigans, ha nacido y vive en Suecia. Una joven estrella, reconocida en todo el mundo, que todavía afirma que su éxito es cosa de la suerte y que sólo ahora puede responder al nombre de cantante. Hablamos de dinero, música, mentiras de la prensa, de por qué le gusta pagar impuestos y de los chocolates envenenados de Ozzy.

Texto: Fredrik Quistbergh 


 En el Triángulo a las doce. Vale, nos encontramos allí.
 El grupo The Cardigans está pasando las vacaciones de Navidad en casa, en la ciudad sueca de Malmö; un pequeño respiro antes de empezar la gira mundial con el nuevo álbum Gran Turismo. Aun así, en los escaparates de las tiendas de discos no cuelgan imponentes carteles del grupo, y hasta es difícil encontrar su último álbum, puesto a la venta en octubre del año pasado. Y cuando nos encontramos al lado del quiosco de la plaza del Triángulo, avanzando entre el aguanieve, no hay multitudes de seguidores que se lancen hacia nosotros con el cuaderno de autógrafos en mano. Ni tan sólo alguien que levante las cejas. Aquí, los mundialmente famosos The Cardigans (puede llamárseles así después de haber vendido cinco millones de álbumes en todo el mundo) pueden permanecer en el anonimato. Nina es más famosa en Tokio y Nueva York que en Malmö.
¿Qué hubiera sido de Nina si The Cardigans no se hubieran hecho mundialmente famosos?

Nina: Tengo la sospecha de que no hubiera sido muy diferente. Una cosa que es muy importante para mí, sea lo que sea lo que esté haciendo, es que se me reconozca y se me tenga en cuenta por el trabajo realizado. Yo intento hacerme a la idea de que no dependo de eso pero, si The Cardigans desaparecieran, quedaría destrozada ya que, de repente, ya no sería aclamada, ya no sería buena, mejor, la mejor. Este éxito no se hubiera presentado de la misma manera si yo no hubiera formado parte del grupo, entonces tendría que haber luchado de una manera completamente diferente, para conseguir lo que quiero.
 ETC: ¿Estar en The Cardigans no te ha supuesto una lucha?
 Nina: Sí, pero nunca he tenido que luchar por mis derechos. No he tenido que luchar para despertar interés, ha llegado automáticamente. Cuando empezamos teníamos un solo objetivo: grabar un disco; y lo hicimos. Después todo ha venido rodado. Ha sido tarea bastante fácil, además, nunca nos hubiéramos vendido a nosotros mismos para llegar hasta aquí. Estamos contentos de este éxito que ha venido por añadidura. Me ha servido de apoyo, también, el que seamos cinco personas en el grupo. Yo nunca he tenido la necesidad de sentarme a llorar y angustiarme por la falta de creatividad, siempre ha habido alguien más que ha podido relevarme y encargarse del asunto.
 ETC: ¿Qué importancia tiene el que se os reconozca?
 Nina: Antes de empezar a grabar Gran Turismo estuvimos sin hacer nada durante ocho meses. Entonces nos dimos cuenta de qué era eso. Por una parte, porque no se escribía casi nada de nosotros, teníamos la sensación de estar fuera del terreno de juego. Por otra, porque los componentes del grupo no trabajábamos juntos, por ejemplo, yo tenía un proyecto musical propio llamado Camp, junto con Niklas (Niklas Frisk, el anterior cantante del grupo Atomic Swing), lo que se parecía más a un trabajo normal. Yo ensayaba, escribía y se me veía o se me escuchaba menos.
 ETC: ¿Fue duro?
 Nina: No, pero claro, fue durante un período de tiempo limitado y yo sabía que volveríamos a hacer algo. Lo que sucedía era que echaba de menos trabajar con el resto del grupo. Al mismo tiempo fue extremadamente beneficioso poder escribir mis propios textos sin estar sometida al intenso ritmo de trabajo de The Cardigans.

Copas de bienvenida, lámparas de cristal, columnas de mármol y charlas en el pomposo escenario de la embajada. Chiquillas nerviosas toman de la mano a las estrellas del pop y un señor mayor, con pajarita, explica que el concierto le ha parecido “great” a su personal y que sus hijas han sido “so lucky” al poder conseguir billetes para la actuación de esta noche de The Cardigans, aunque él, personalmente, no va a ir a verlos. Todos apoyamos su decisión haciendo esfuerzos para contener las carcajadas.
 Ésta es una secuencia corta de la película The Cardigans. La historia de un gran grupo de un país pequeño, que refleja lo acontecido en una recepción en el Consulado sueco de Nueva York. Este corto da la impresión de que existe un choque cultural y que los miembros del grupo The Cardigans querrían estar, por encima de todo, en otro lugar.
 Nina: Siempre hemos adoptado una actitud bastante dura dentro de este ramo y exclamado: “¡Agárrate, que ahí vamos!”. Este mundo es a menudo incómodo, pero hemos aprendido ha tomar las cosas como son y en la actualidad podemos disfrutarlo de diferente manera. Al principio adoptamos una actitud tan en contra de este sector que estábamos a disgusto la mayor parte del tiempo. Para nosotros todo era embarazoso y nos avergonzábamos de salir en la prensa. Se trata, simplemente, de ser conscientes de lo variable e insignificante que es, en el fondo, todo este montaje circense en el que estamos metidos. Sirva de ejemplo la visita al Consulado: hasta nos divertimos e hicimos un poco los honores, fue emocionante. Ya se sabe que se trata de mercadotecnia.
 ETC: ¿Cómo te influyen este tipo de ambientes? ¿O te limitas a representar un papel?
 Nina: No se trata de estar representando un papel. A veces puede ser superdivertido, ya que me invade una sensación de irrealidad que hace que me líe en este modo de vida rockero. Pero también hay momentos en los que todo me parece completamente enfermizo.
 ETC: ¿Qué quieres decir?
 Nina: Puede suceder que estemos actuando en algún lugar y cuando se nos ocurre mirar la lista de invitados nos damos cuenta de que está presente toda la élite del rock and roll. Que, por ejemplo, Ozzy Osbourne va a venir a vernos y exclamamos: “¡Oh, shit!” Yo, personalmente, nunca he tenido ídolos rockeros y realmente la música no me interesó lo más mínimo hasta que entré a formar parte del grupo. Ni he gesticulado delante del espejo, ni las estrellas del rock me han inspirado imágenes románticas. Tener esta actitud desde el principio creo que me ha ayudado de muchas maneras. Si se me presiona mucho, siempre puedo decir que el mundo de la música está enfermo y largarme en cuanto me apetezca.
 ETC: Pero, ¿no existe una presión de la compañía de discos y de la gente que está detrás de toda esta historia?
 Nina: Hemos tenido mucha suerte, ya que nosotros trabajamos sobre todo con nuestra compañía discográfica sueca. Por ejemplo, los norteamericanos no entendieron de ninguna manera cómo pudimos hacer una pausa de ocho meses y nos preguntaron si éramos conscientes de que estábamos poniendo en peligro nuestra carrera. Sí, les contestamos nosotros, que suceda lo que tenga que suceder. De igual manera que piensan que estamos mal de la cabeza cuando contestamos “no, gracias” a un programa de televisión para dedicarnos a ensayar. En ese momento llaman por teléfono a nuestro manager y le dicen que somos unos niñatos malcriados. Yo creo que sienta bien el ser intransigentes en este terreno ya que condiciona todo lo que vendrá después. Además, nuestra compañía discográfica nos conoce bien, hemos estado trabajando con ellos desde que éramos insignificantes. Ellos saben que es imposible que hagamos algo bueno si no lo hacemos por voluntad propia, tenemos que sentirnos dueños de nuestras propias decisiones en todo momento.

A los grandes éxitos de ventas, les siguen los grandes ingresos económicos. El mayor éxito de The Cardigans, Love-fool, ha salido en antena más de un millón de veces en las radios americanas y solamente del sencillo se han vendido más de un millón y medio de copias en todo el mundo. Gracias a diferentes contratos, Nina recibe una cantidad cada vez que suena un tema o se vende un disco. Pero, a pesar de la creciente fortuna, nunca se ha planteado abandonar Suecia (como sí han hecho otras estrellas suecas del pop o del deporte), para trasladar su residencia a un paraíso fiscal.
 Nina: Creo que es agradable pagar impuestos, una siente que hace algo bueno. Además, en Malmö está mi casa, casi todos mis amigos, mi dentista, etc. Aunque si no fuera por lo mucho que viajo a lo mejor ya no viviría aquí. Por ahora tengo la ración que necesito de sensaciones y conozco un montón de nuevas ciudades cuando salimos de gira o nos dedicamos a la promoción.
 ETC: ¿Es por ello por lo que no te importa demasiado dónde esté tu casa?
 Nina: No, no es exactamente eso. De todas maneras no pienso que tenga nada de especial pagar impuestos. Nunca he tenido la sensación de que la mitad de mis ingresos, simplemente, desaparecen. Jamás cambiaría mi estilo de vida para ganar dinero. En estos momentos tengo un novio en Nueva York, así que la mitad del tiempo vivo allí. Es la primera vez que he dejado un poco Suecia. Aunque la única razón es que él está allí.
 ETC: ¿Qué significa el dinero para ti?
 Nina: Para la vida que a mí me gusta vivir, nunca he dependido del dinero en grandes cantidades. Por supuesto, es superdivertido darse el gustazo de nadar entre cámaras o poder comprar un billete de avión a EE. UU. cuando a una le viene en gana. Pero no hay nadie en el grupo que viva en casas de lujo o lleve una vida de lujos. Mis amigos no son especialmente ricos y si tengo que quedarme sola para hacer locuras tampoco es muy divertido. Las ventajas de tener dinero son que yo, en el futuro, podré trabajar en cosas que no necesariamente me exijan un salario mensual y además podré dedicarme a proyectos musicales no tan vendibles. Esto le da también una gran libertad al grupo. Sabemos que no tenemos la necesidad de hacer un disco lleno de Lovefools. El haber hecho uno nos da la oportunidad de hacer otro disco que sólo a nosotros nos parezca brillante.

El disco Gran Turismo se diferencia de los trabajos anteriores de The Cardigans. Antes era más suave, más jazz, más tranquilo y con más instrumentos, es decir, flauta, viento y triángulo. Indie pop, se le llamó. Aunque, personalmente, no puedo dejar de asociar alguno de sus temas con los temas musicales de cabecera de los programas de debate en la televisión americana de principios de los 70, cuando el presentador aparecía conduciendo su coche, haciendo footing, saludando a los viandantes, paseando al perro, dando de comer a los patos y entrando en el banco en una secuencia de diez segundos de duración. Esos temas musicales estaban de moda entonces y se volvieron a poner de moda hace un par de años. Pero ahora se trata de hacer rock, el sonido es más crudo, más fuerte y la flauta ha desaparecido. En los nuevos vídeos hay accidentes de coches y guitarras que explotan, en lugar de personajes repeinados al agua y visitas al peluquero. Nina se ha hecho con el control de los textos, ya que ella misma (junto con Magnus y Peter) ha compuesto todos los temas de Gran Turismo. Para mí, The Cardigans siguen haciendo un pop con carácter propio. A pesar de todo, Nina sostiene que este último trabajo se parece más al estilo que tenían al empezar.
 Nina: Hemos dado un paso atrás en nuestras posiciones. Después de la pausa, hemos vuelto como un grupo nuevo. Los cinco hemos evolucionado como personas y como músicos. Fue emocionante volvernos a encontrar y nos sentíamos como cuando hicimos nuestro primer disco. Nos planteamos nuevas fórmulas y descubrimos lo que teníamos que hacer para que el trabajo nos resultase más fácil y divertido.
 ETC: ¿Haces siempre lo que quieres en el grupo?
 Nina: Sí, más o menos. Muchos sectores se desilusionaron al comprobar que no había ningún superéxito claro en el nuevo disco, aparte de que todos quieren que participemos en sorteos televisivos o programas parecidos. A veces aceptamos por puro desconocimiento y exclamamos después : “¡Nunca jamás volveremos a hacer una cosa así!”. Sí, la verdad es que creo que hacemos lo que queremos en todo momento.
 ETC: Exceptuando The Cardigans, ¿para quién escribes tus textos?
 Nina: Jamás para aquellos que van a escucharlos, creo. Yo no pienso nunca que los textos tienen que transmitir un mensaje en concreto o que tienen que expresar algo especial sobre mí o sobre nosotros. Creo que soy bastante clásica en esto. No hay por qué exponerse demasiado. No se necesita a Bob Dylan para que el texto de la canción sea un buen texto: una cancioncilla de moda puede también tener un texto brillante. A mí no me parece que tenga nada de especial escribir textos musicales, es más una costumbre que otra cosa. Yo no tengo por qué ser un poeta a la hora de escribirlos ya que deben adaptarse a nuestra música y forma de hacer.
 ETC: ¿Te apetecería escribir textos de carácter más político y comprometido?
 Nina: Para escribir textos políticos y hacerlo bien se tiene que ser un poeta brillante y estar muy comprometido. Yo no voy a ser nunca muy política en mis textos aunque me siento bastante política como persona. Aun así, en el último trabajo hay un poco de eso. Pero, ¡bah! en cualquier caso el texto es tan endemoniadamente enrevesado que no creo que haya nadie que lo entienda. De todas maneras, yo creo que he dejado algunas ideas claras, más claras que antes.
 ETC: ¿Como qué?
 Nina: Por ejemplo, Erase/rewind trata de lo frustrado que uno puede sentirse cuando se es etiquetado como una persona plana, sin dimensiones. Especialmente los medios de comunicación tienen la necesidad de ponerlo todo en números redondos, de describir a una persona comprimiéndola en una hoja de papel tamaño folio. En estos casos siempre me siento incompleta.

 Y , realmente, es una imagen bastante extraña de Nina y de The Cardigans la que aparece cuando uno se pone a leer las diferentes revistas musicales. La revista inglesa Melody Maker hizo una visita de tres días a The Cardigans en octubre de 1998. El título del artículo, colocado en la cabecera de la primera página con una gran fotografía de Nina, dice así:
 “¡Nina, Nina! Que alguien llame a la policía, están aquí...
 THE CARDIGANS
 Sexo, pornografía y muerte: la última sensación sueca!”.
 El artículo continúa en las páginas centrales donde el punto de atención son las palabras de Nina explicando que se ha desmantelado un burdel al lado del café donde están sentados. O bien que Peter se sabe una historia muy divertida que le contó su novia en la que se mezclan el sexo y las palomitas de maíz (aunque el periodista inglés no escribe la palabra “fuck”, en su lugar escribe f***).
 Y vamos de mal en peor... La revista inglesa Loaded deja pasmados a sus lectores en el número de noviembre del 98, con la publicación de fotografías de Nina en topless. El título dice así: “¿Una monja lesbiana del pop?” seguida de la frase con la que empieza el reportaje: “Hay montones de nombres que describen a las chicas a las que les gustan otras chicas: marimacho, lesbiana-castigadora, lesbiana-femenina... pero, gracias a Nina, hemos aprendido uno nuevo: “lesbiana-sorda” o, para ser más exactos , “lesbiana-sorda-momentánea”.
 Al lado del texto aparece una fotografía de Nina chupando un helado; las palabras “Que no, boba” se han colocado aproximadamente en la zona del estómago. Esto es sensacional ya que Nina nunca había aceptado ser fotografiada en topless y jamás ha afirmado que fuera lesbiana. En realidad se estaba desarrollando una fea maniobra entre bastidores.
 Nina: Esto es de lo peor que me ha pasado. Al principio Loaded solo quería entrevistarme a mí, pero no acepté. De repente quisieron entrevistar a todo el grupo; entonces aceptamos. Durante la sesión fotográfica el fotógrafo y yo comprendimos que las fotografías no habían quedado bien y que no se publicarían. Cuando la revista salió a la calle fueron precisamente esas las fotografías publicadas y para colmo habían recortado mi imagen del resto de la fotografía. El fotógrafo culpó a la agencia, diciendo que éstos no habían entendido lo que debían hacer. En cuanto a la fotografía con el helado sucedió que Lasse tuvo que ir al baño y yo me quedé con su helado en la mano. Por supuesto tomaron la foto y recortaron mi figura de modo que yo quedara en una situación un poco “dudosa”. Cuando el periodista nos entrevistó, conté una anécdota (que es realmente cierta) acerca de un problema auditivo que padezco y que está relacionado con una enfermedad llamada tinnitus. En una revista leí que los científicos habían descubierto que esta enfermedad es uno de los pocos denominadores comunes a todas las lesbianas. El periodista se quedó con estas palabras y al final fui “la monja lesbiana del pop”. Por supuesto podríamos salir al paso con gritos, enfados y desmentidos, pero de esta manera les daríamos más satisfacciones. La prensa amarilla está siempre ansiosa de este tipo de cosas.
 ETC: ¿Quién organiza todo esto?
 Nina: Los medios de comunicación. Son ellos los que se lo montan y van detrás de este tipo de fotografías. Uno debe ser o bien feo y furibundo, o bien sexy e incitante. No tiene importancia lo que uno diga, de todas maneras van a terminar hablando de sexo. No saben hablar de otra cosa.
 ETC: Pero, ¿por qué te tomaste las fotos para Loaded?
 Nina: Por pura idiotez. Fue completamente idiota el que yo me quitara la camiseta. Tenía que haber comprendido lo que harían con las fotografías. Ahora, de lo que se trata es de pasar olímpicamente de estas revistas desde un principio.

Nina se ha llamado a sí misma feminista. Después de la publicación de las fotografías manipuladas, el suplemento sueco Aftonbladet Kvinna compuso un artículo donde se hacía la pregunta de si estaba bien ser feminista y al mismo tiempo aparecer en las páginas de una revista medio desnuda. Se puso a Nina como ejemplo.
 Nina: Estuve muy descontenta con ese debate, ya que siempre se pone en tela de juicio mis afirmaciones, y las tengo que defender constantemente. Para mí el feminismo se lleva en la sangre, es algo con lo que estoy comprometida de pies a cabeza. Está claro que se trata de política, pero también hay que abrir los ojos, tener una visión más amplia. Estoy mucho más convencida de ello después de haber visto, muy de cerca, cómo se llevaba cabo una “caza de brujas” con otras chicas en la misma situación. De la misma manera que estoy en contra del racismo en todas sus formas y expresiones, me considero feminista: es una parte de mis convicciones políticas.
 ETC: ¿Cuáles son tus otras convicciones políticas?
 Nina: Siempre he sido roja, más o menos. Para mí se trata de humanidad, yo lo tengo muy difícil a la hora de respetar a las personas que creen en la derecha, ya que ello conlleva muchas ideas que me son bastante antipáticas.
 ETC: ¿Como qué?
 Nina: Enriquecerse a costa de otros y no querer compartir. Yo soy un poco fascista en la medida en que me es muy fácil juzgar a otra gente, pero la mayoría de la gente a la que respeto comparte mis ideas. Por lo que se refiere a la cuestión de cómo se va a poder influir en la mejora de la situación de las mujeres, la respuesta está en el campo político, con legislaciones y decisiones al respecto. En las discusiones sobre feminismo se considera a menudo (de una manera tan retrógrada que raya en lo ridículo), que las mujeres podrían caer en la trampa de la vanidad femenina. Yo no creo que ninguna mujer pueda ver esto como algo vergonzoso o bajo, ya que las mujeres son increíblemente hermosas y puede ser superdivertido jugar con la frivolidad y la vanidad. Después, también está el sexo, cuestión central en la vida de todo el mundo. Es duro que le cuestionen a una si se es realmente feminista o no, al mismo tiempo que se saca este tema a colación.

 Suena el teléfono de Nina con un sonido estridente. Contesta enseguida: el representante de la gira y algunas personas más de todas las que se mueven alrededor de The Cardigans vienen de camino para celebrar una reunión. Todavía queda alguna semana antes de que la gira empiece en serio. Como teloneros van a ir sus amigos de Kent, lo que a Nina le parece estupendo, ya que la vida, cuando se está de gira, pude ser muy aburrida.
 Nina: El tiempo muerto desgasta mucho. Viajamos en el autocar de noche, seguimos viajando durante el día hasta que llega el momento del acorde de los instrumentos y de la actuación en sí. Son solamente dos horas, de las veinticuatro que tiene el día, en las que estamos activos, el resto es sólo espera.
 ETC: ¿Qué haces cuando no estás en el autocar?
 Nina: Paseo, hago ejercicio o intento crear.
 ETC: ¿Y el glamour de este estilo de vida?
 Nina: No sé qué es lo que significa glamour, fiestas bajo las luces de muchos flashes, quizás. A mí no me parece que esto sea especialmente divertido. Se siente uno más bien ridículo en estos contextos.
 ETC: ¿Os montáis las fiestas por cuenta propia?
 Nina: No hay tanta fiesta. Todas las habladurías sobre lo mucho que se bebe en las giras es exagerado. A menudo estoy muy cansada y creo que lo mejor que puedo hacer es ir a dormir al autocar. Nosotros no escondemos que vamos a fiestas, pero lo que sucede más a menudo es que te quedas en casa y medio miras una película de vídeo y medio bebes una cerveza. No se trata de atiborrarse de alcohol hasta caerse.
 ETC: ¿Eres consciente de que eres un modelo a seguir para muchas chicas?
 Nina: No termino de imaginarme en esa situación. Yo no quiero que chicas jóvenes encuentren sus modelos en el mundo del pop o en el mundo de los medios de comunicación. Yo creo y espero que sea bueno dejar claro que soy una persona que siempre hago lo que quiero.

The Cardigans y Black Sabbath no son la primera combinación que a uno se le ocurre cuando se trata de combinar estilos musicales. Pero la realidad es que The Cardigans han interpretado temas musicales de Black Sabbath en dos de sus álbumes. El maduro cantante de dicho grupo, Ozzy Osbourne, ha sabido corresponder al hecho:
 Nina: Después de una grabación apareció él con un gran ramo de rosas: fue algo increíble. Con las rosas me entregó una caja de chocolates. Después de una grabación en Los Angeles estaba yo mirando la televisión y recordé que todavía tenía la caja de chocolates. Fui a buscarla y me comí algunos. Un rato después tenía unos dolores de estómago terribles y se me ocurrió pensar: “Mira que si los chocolates están envenenados”. Por supuesto, no lo estaban: lo que pasó es que los chocolates estaban pasados. Fíjate tú qué manera de morir, envenenada por los chocolates de Ozzy Osbourne, esto hubiera sido algo de lo que estar orgullosa.

El teléfono móvil vuelve a sonar: ahora hay prisa, ya han llegado y están sentados esperando.
 Nina tiene la agenda completamente llena hasta mayo, después vendrán las actuaciones veraniegas para continuar, probablemente, con más giras. Casi un año entero, y, ¿después?
 Nina: Con suerte, un descanso. Pero puede pasar que esta historia nos haya parecido tan divertida que queramos hacer un nuevo disco. Si lo comparamos con estar de gira, entrar en un estudio de grabación es realmente relajante. Ahora estoy más concentrada en que el esquema ha de seguir hasta mayo.
 The Cardigans han seguido su propio camino, sin llegar a venderse del todo para obtener el éxito. Imagínate si otros tuvieran la oportunidad de evolucionar a su propio ritmo en lugar de quedar encasillados en un formato de venta fácil que como mucho será un tormento durante unas semanas para después desaparecer en el olvido.
 Los grupos que se atreven a cambiar y renovarse tienen mayores posibilidades, a la larga, de sobrevivir. Así que, posiblemente tengamos otro disco de The Cardigans.
 Otra idea que se me pasa por la cabeza, no del todo imposible, es que uno u otro redactor pueda verse tentado a entresacar texto de esta entrevista.
 Por eso les regalamos los titulares desde ahora mismo:
OZZY OSBOURNE
 intentó
 ENVENENAR a
 NINA DE THE CARDIGANS
 CON CHOCOLATE
 ¡Que aproveche!

 

GUÍA RÁPIDA: THE CARDIGANS

1992: Se crean The Cardigans en el mes de octubre. Todos viven entonces en Jönköping y acaban de terminar sus estudios secundarios. El bajista Magnus Svenningsson y el guitarrista y compositor Peter Svensson son el corazón del grupo. Reclutan al batería Bengt Lagerberg y al guitarrista Mattias Alfheim. Este último es pronto sustituido por el guitarrista/teclista Lasse Johansson. Más tarde se incluye a una cantante: Nina Persson.

1993: Se graban dos cintas de demostración. Entre semana, el grupo se desplaza hasta los estudios Tambourine en Malmö y la música se alterna con los estudios, el servicio militar o el subsidio del paro. Empieza la colaboración con Tore Johansson, el llamado the fifht Cardigan. La primera actuación se hace en la Casa de la Cultura de Jönköping, como teloneros de Popsicle.

 1994: El grupo se traslada a vivir a un apartamento en Malmö, y el primer disco Emmerdale se pone a la venta. Según los medios de comunicación, en estos momentos se los conoce con el nombre de “El grupo que interpreta música pop de los años 60 con americanas de tweed”. Hasta hoy han vendido 200.000 copias de ese disco, que se vendió en Suecia y en Japón.

1995: Nina se va del apartamento colectivo de The Cardigans. El segundo disco, Life , se lanza internacionalmente. Hasta la fecha se han vendido un millón y medio de copias. Los sencillos se escuchan continuamente en las radios escolares de EE.UU. lo que significa el camino correcto hasta el mercado americano. Todos los miembros del grupo se dedican por completo a la música. El sencillo Carnival se convierte en número uno en Japón, Islandia y México.

1996: First band on the Moon es el tercer álbum de The Cardigans, y la canción Lovefool se convierte en el billete hacia la fama. Se han vendido dos millones y medio de ejemplares del álbum, y un millón y medio del sencillo Lovefool. Los organizadores de los conciertos hacen cola. ¡Gira mundial!

1997: La gira mundial continúa de la misma manera que la promoción. Después de las actuaciones en festivales, el grupo descansa por tiempo indefinido. Los componentes inician proyectos laterales al grupo.

1998: Empiezan a grabar Gran Turismo. Vuelven a los escenarios. Antes de que el nuevo disco se ponga a la venta dice Nina: “Estoy estudiando los límites de mis propias posibilidades. Sin importar lo que haga, pintar, fotografiar o escribir música, esta sensación está presente. Siempre me ha fascinado la incapacidad de la gente para conseguir las cosas” (del periódico sueco Dagens Nyheter, 16-10-1998). Promoción. El sencillo My Favourite Game barre en las listas de éxitos.

1999: Hasta febrero, se han vendido 850.000 ejemplares de Gran Turismo . Del sencillo My Favourite Game, 300.000. Gira mundial.

2000: ¿Dioses musicales en el cielo del pop?, ¿músicos en excedencia?
 


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